Tres centros penitenciarios de Hidalgo fueron cateados por elementos de seguridad pública en busca de decomisar armas y drogas al interior de los Centros de Reinserción Social (Cereso) de la entidad.
Aunque inicialmente se especuló que el despliegue estaba relacionado con alguna riña, fuentes policiales confirmaron que se trató de un despliegue para evitar que los presos tengan en su poder objetos prohibidos, entre ellos armas o teléfonos celulares.
Los Ceresos cateados fueron los de Pachuca, Tula y Tulancingo que concentran la mayor densidad de presos del sistema penitenciario del estado.
Hasta el momento no se ha confirmado el saldo de lo decomisado, entre lo que se encontrarían armas punzo cortantes hechizas y droga.
En los cinco meses de la actual administración estatal se han reforzado los operativos de revisión en los Ceresos de la entidad, los cuales por lo menos han sido inspeccionados en tres ocasiones.
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