En cinco años se multiplicó siete veces la afectación de plagas forestales en Hidalgo. Tan solo al cierre de 2024, más de 8 mil hectáreas resultaron plagadas, lo que posicionó al estado en el cuarto lugar a nivel nacional por esta problemática, solo por debajo de Oaxaca, Durango y Michoacán.
Los árboles se debilitaron por la sequía atípica y las temperaturas extremas, lo que a su vez impactó en la rápida reproducción de los insectos, de acuerdo con autoridades federales, estatales e investigadoras hidalguenses.
Tan solo en la anualidad que recién terminó, la entidad junto con 16 más, fueron clasificadas por la Comisión Nacional Forestal (Conafor) como de “alto riesgo” por la presencia del insecto descortezador.
Estos gusanos de 2 a 4 milímetros de tamaño habitan en diferentes partes de un árbol dependiendo del grosor y actualmente afectan más en el Parque Nacional El Chico.
Mientras que en 2020 poco más de mil hectáreas tuvieron plaga, la cantidad incrementó y alcanzó a las más de 8 mil registradas al cierre de diciembre del año pasado.
Las anualidades de mayor incidencia con plagas fueron 2021 y 2024, de acuerdo con estadísticas de la Coordinación General de Conservación y Restauración de la Conafor.
Tan solo en el año que inició la pandemia, la Comisión reportó mil 154 hectáreas enfermas y para 2021 casi se triplicó a 3 mil 246 hectáreas; en 2022 existió un decremento a 2 mil 324 y para la anualidad siguiente la tendencia continuó a la baja con 2 mil 217.
A pesar de la disminución, en esos años Hidalgo se posicionó en los lugares 8 y 11 respectivamente a nivel nacional por la cantidad de hectáreas plagadas.
Para el 2024 las estadísticas se dispararon. Incluso, la entidad hidalguense fue una de las del país donde más se realizó vigilancia terrestre para identificar los cambios en los ecosistemas.
A nivel nacional la Conafor inspeccionó 547 mil 152 hectáreas, de esas, supervisaron 15 mil 710 en la entidad hidalguense. Tras las revisiones, determinó que 30 estados estaban afectados e Hidalgo se colocó en el cuarto lugar.
La superficie vulnerada en la entidad hidalguense ascendió a 8 mil 392 hectáreas, lo que representó el 9.58 por ciento de las 87 mil 645 hectáreas perjudicadas en todo el país.
Los agentes que causan los daños son distintos y en ese rubro la Comisión Nacional Forestal determinó que, de todas hectáreas plagadas, el 66 % fue por plantas parásitas; el 19 % por insectos descortezadores (como ocurre en el Parque Nacional El Chico); 9 % por insectos defoliadores; el 2 % por barrenadores y el 3 % restante por enfermedades u otras plagas.
Las estadísticas muestran el crecimiento de la problemática; sin embargo, el año pasado fue el más crítico a raíz de la sequía.
Al menos en la región forestal de Pachuca y Tulancingo más de cien mil árboles fueron talados entre 2023 y 2024 por la presencia de plagas, informó Ángel Fernando López, director técnico de la Asociación de Silvicultores de dicha región forestal.
El ingeniero agrónomo explicó que, por la falta de agua, las plantas no completaron su proceso natural de absorción de dióxido de carbono, lo que les provocó un shock similar a un infarto y, en consecuencia, su muerte.
Tan solo en la capital, a causa del gusano descortezador y el heno motita se talaron 565 árboles ubicados en el Jardín de los Hombres Ilustres (293), Parque Pasteur (71), Parque Hidalgo (68) y otras zonas como la Preparatoria Uno y el Tecnológico de Monterrey, esto de 2021 a principios de 2024.
Para febrero de 2025, la alcaldía de Pachuca confirmó el derribo de otros 50 árboles del Pasteur afectados por heno motita, una plaga que acaba con los árboles porque absorbe sus nutrientes y humedad hasta secarlos.
Mientras que en el Parque Nacional El Chico, al menos hasta marzo de este año, mil 500 oyameles fueron talados por causa del gusano descortezador que desde 2023 comenzó a enfermar este lugar conformado por 2 mil 739 hectáreas, de las cuales, 519 están plagadas.
Incluso, los habitantes que colindan con el Parque, cuyos predios están cercanos a El Cedral, detectaron que la plaga ya comenzó a afectar sus predios. Señalaron que lo que han encontrado es la presencia del descortezador.
Los pobladores explicaron que los árboles comienzan a expulsar una secreción blanquecina, lo que significa que el gusano ya los afectó, ya que se desarrollan debajo de la corteza.
Estas no son las únicas zonas de Hidalgo con plaga, ya que Luis Alberto Moreno López, titular de la Promotoría de Desarrollo Forestal de la Conafor en Hidalgo, indicó que también hay incidencia en arbolado de Almoloya, Huasca, Mineral del Chico y Singuilucan e incluso en especies de pino localizadas en Cuautepec.
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