La fosa séptica más grande de América Latina se encuentra en Hidalgo. Este es un sitio de disposición de aguas residuales de la Ciudad de México. La contaminación de esta agua es algo que los visitantes pueden notar, pueden apreciar el color negro que tiñe este líquido y el fuerte olor del lugar.
Las aguas residuales que alberga esta fosa séptica son utilizadas para el riego de zonas agrícolas que se encuentran en Tula, Alfajayucan e Ixmiquilpan, que son equivalentes a 80 mil hectáreas de cultivo. “Esta es la fosa séptica más grande de América Latina”, asegura Julio Hugo Sánchez Quiroz, representante de los usuarios de la presa Endhó.
Como se ha informado en La Verdad Noticias, las fosas sépticas son lugares en los que se debe trabajar con mucho cuidado, ya que se exponen a aguas residuales que contienen contaminantes, lo que puede provocar un daño severo a la salud humana. Recientemente, se reportó el fallecimiento de trabajadores que realizaban la limpieza de una fosa en la zona maya de Quintana Roo.
Al respecto, Sánchez Quiroz declaró que estas aguas residuales han rebasado por mucho los límites permitidos de contaminantes. De hecho, contó que algunos campesinos se meten descalzos en estas aguas para realizar labores de riego, y esto les produce ronchas en los pies o la pérdida de vello corporal.
“Te metes descalzo al agua negra, cuando tienes que regar alguno de tus terrenos, y te salen ronchas o se te caen los vellitos de los pies. Desafortunadamente no tenemos sanidad”, contó el campesino.
Además, una investigación de la Universidad Autónoma de Hidalgo reveló que la contaminación que alberga esta fosa séptica causa afectaciones constantes en la salud de las personas que habitan por la zona, pues constantemente padecen enfermedades infecciosas estomacales o respiratorias, o de la piel, así como dermatitis o conjuntivitis.
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